Códigos de barras (I)
La identificación de productos mediante códigos de barras nace de la idea de mantener el inventario de la manera menos tediosa posible. La patente se presenta en 1949 pero hasta los años 80 no tiene el éxito comercial que conocemos ahora.
En esta ocasión mencionaremos los códigos unidimensionales o 1D, que son aquellos que se distinguen por ser una sucesión de barras negras verticales sobre fondo blanco.
Entre los más usados están el Code 39, ITF, GTIN 13 (antes EAN 13), Code 128 y GS1 128
El Code 39 se crea por la necesidad de imprimir caracteres alfanuméricos, aunque tiene el problema de que ocupa mucho espacio.
Los códigos ITF se identifican porque van encerrados en unas líneas más gruesas. Suelen imprimirse en cajas de cartón que a su vez contienen más productos. Tienen 14 dígitos.
GTIN 13 es el más universalmente conocido de todos. Este número identifica a un artículo inequívocamente en todo el mundo. Para ello existe un organismo internacional que asigna dichos números: GS1. Aunque existen los códigos GTIN de 12, 14 y 8 dígitos, esta vez vamos a centrarnos en el de 13 dígitos. Tienen dos partes principales, una de 12 dígitos que identifica al producto y un dígito de control final. GS1 asigna los códigos de la siguiente manera: los dos primeros indican el país (en el caso de España sería 84 y tendríamos que estar asociados con AECOC), los 5 siguientes identifican a la empresa, los siguientes 5 especifican el código de artículo dentro de la empresa y el último sería el dígito de control, que se calcula mediante una fórmula que incluiría a los otros 12 dígitos.
El Code 128 y el GS1 128 los dejaremos para un próximo artículo debido a su complejidad.
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(Nota: el gatillo es opcional.)